De acuerdo con la última publicación del Ministerio de la Producción de nuestro país: “LAS MIPYME EN CIFRAS 2016”[1], la estructura empresarial del 2016 es la siguiente:
Fuente: Sunat, Registro Único de Contribuyentes 2016
Elaboración: PRODUCE-OGEIEE
Se observa que la mayoría de las empresas son microempresas (95.1%), mientras que el estrato de las pequeñas y medianas empresas (PYME) presenta una baja participación de 4.5% (4.3% de pequeñas empresas y 0.2% de medianas empresas). Esta estructura empresarial, caracterizada por la ausencia relativa de las PYME, situación que se viene manteniendo, sin cambios significativos durante los últimos cinco años, representa una debilidad para el desarrollo del sector privado, y de la economía en general, toda vez que las grandes empresas no cuentan con una base sólida para la subcontratación ni una oferta de proveedores estable, de calidad y en crecimiento; pero, a la vez, representa grandes oportunidades para el emprendimiento en este estrato empresarial.
Según el índice GEM (Global Entrepreneurship Monitor Perú 2016-2017[2]), nuestro país es uno de los más emprendedores de la región en el grupo de economías basadas en eficiencia, pero no figura en la lista del grupo de economías basadas en la innovación. Una economía basada en eficiencia se caracteriza por el incremento de la industrialización y de las economías de escala que dominan las grandes empresas, pero se generan nichos de mercado en la cadena de suministro que representan buenas oportunidades para el emprendimiento eficiente. En cambio, en una economía basada en innovación predomina la investigación y desarrollo, hay mayor intensidad del conocimiento y expansión del sector servicios que representa un gran potencial para la actividad emprendedora innovadora.
La tasa de emprendimiento en etapa temprana define el nivel de prevalencia de los emprendedores entre 18 y 64 años ya sea como emprendedores nacientes (fase previa al nacimiento del negocio) o como emprendedores nuevos (fase en que poseen y gestionan su propio negocio y pagan remuneraciones durante menos de 42 meses). A nivel global, el Perú ocupa el sexto lugar como país con mayor actividad emprendedora en el grupo de economías basadas en eficiencia; sin embargo, en la región ocupa el cuarto lugar según la tasa de emprendimiento en etapa temprana: Ecuador (31.8%), Belice (28.8%), Colombia (27.4%), Perú (25.1%) y Chile (24.2%).
Respecto a la motivación para emprender, se dice que una persona puede iniciar una actividad emprendedora por dos razones:
Necesidad. La persona trata de subsistir generando sus propios ingresos debido al desempleo o por no estar conforme con las condiciones que le ofrece un trabajo como dependiente.
Oportunidad. La persona actúa motivada por la identificación de oportunidades en su entorno y su interés por aprovecharlas o por el deseo de cumplir aspiraciones personales.
Según el GEM 2016-2017, el 51.8% de los emprendimientos en etapa temprana es el resultado del aprovechamiento de oportunidades, mientras que el 28.3% lo es por necesidad. La tendencia muestra que la naturaleza del emprendimiento peruano está cambiando a favor de la explotación de oportunidades, en forma lenta pero sostenible.
Los emprendedores establecidos contribuyen a la sostenibilidad de un país y representan el porcentaje de la población, entre 18 y 64 años, que posee y gestiona un negocio y ha pagado algún tipo de remuneración a sus empleados, proveedores y propietarios por más de 42 meses (3.5 años, el “valle de la muerte”). La proporción de emprendedores establecidos respecto a los emprendedores en etapa temprana muestra cuántos emprendedores establecidos hay por cada emprendedor en etapa temprana. Un ratio mayor que 1 significa que en el país existen mejores condiciones para la consolidación de las empresas; contrariamente, un ratio menor que 1 indica que una proporción importante de nuevos emprendimientos desaparece antes de lograr su consolidación. En el Perú, este ratio es de 0.24, es decir por cada 100 emprendimientos en etapa temprana existen sólo 24 emprendimientos establecidos, situación que pone en evidencia que existe un 76% de emprendimientos en etapa temprana que tienen problemas para la consolidación empresarial y fracasan. La evolución de este índice es el siguiente:
Fuente: GEM 2016-2017. Encuesta a la Población Adulta
Se observa que este índice viene reduciéndose a partir del 2014. Esta situación significa que una cantidad cada vez menor de emprendimientos logra consolidarse dentro de las condiciones que ofrece el contexto empresarial. Al respecto se atribuyen diversas causas tales como las siguientes: no investigar el mercado, no contar con el equipo adecuado, no analizar la viabilidad comercial del negocio, mal uso de los recursos económicos, no contar con un modelo de negocio, etc.
Respecto a la innovación, aproximadamente el 15.9% de los emprendedores en etapa temprana y el 10% de los emprendedores establecidos ofrecen un producto novedoso para sus clientes. Asimismo, el 71.2% de emprendedores en etapa temprana y el 88.3% de los establecidos, tienen un bajo nivel de uso de tecnologías innovadoras en sus procesos que se refleja negativamente en sus bajos niveles de productividad y los hace vulnerables a las acciones de competidores internacionales que los superan fácilmente porque cuentan con tecnologías más avanzadas.
En lo que se refiere al ecosistema emprendedor, los factores que inciden positivamente en la actividad emprendedora son el apoyo de la sociedad al emprendimiento y la educación emprendedora que se viene dando a nivel superior (técnica y/o universitaria); sin embargo, existen factores en contra de la generación de emprendimientos tales como las políticas gubernamentales, la transferencia de investigación y desarrollo, el acceso a infraestructura comercial y profesional, así como los costos laborales.
En el campo del emprendimiento a través de Startup, se estima que alrededor de 200 mil startups se crean en el Perú cada año; sin embargo, el 90% de estas no sobreviven más de un año[3] y del 10% restante la mayoría tiene un crecimiento lento y sólo algunas Startups que pasan los tres años logran consolidarse. Al respecto se señalan una serie de errores que cometen estos emprendimientos desde el punto de vista legal, de marketing y de financiamiento. En lo legal, no celebran ningún convenio que defina las responsabilidades de los socios lo que genera discusiones y peleas que conducen a las Startup a su fin. Otro error, es la informalidad en la que nacen y se desarrollan, situación que les genera obstáculos para su desarrollo y finalmente mueren antes del primer año.
En suma, el fracaso de los emprendimientos se trata de explicar considerando una diversidad de causas; sin embargo, nadie se atreve a señalar y explicar como causa a la elaboración de planes de negocio con métodos del management tradicional que utiliza una estrategia deliberada, asumiendo expectativas de ventas y rentabilidad que en el corto plazo no son cubiertas.
[1] http://ogeiee.produce.gob.pe/index.php/shortcode/oee-documentos-publicaciones/publicaciones-anuales/item/758-las-mipyme-en-cifras-2016
[2] https://www.esan.edu.pe/publicaciones/libros/2017/global-entrepreneurship-monitor-peru-2016-2017/
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